Vamos cerrando la última caja del curso que, como siempre, ha sido súper interesante. En ella hemos descubierto que el paisaje no sólo se puede percibir con la mirada, sino a través de todos los sentidos. Olemos su aroma, que no siempre es a flores frescas. Tocamos y extraemos sus texturas, en papel y plastilina. Escuchamos sus sonidos, vivenciando el silencio. Y probamos sus manjares en forma de productos de la huerta y otros más naturales.
Hemos aprendido que el paisaje no sólo es natural, también puede estar humanizado. Pero, mucho cuidado porque nuestra huella queda durante miles de años. Ya sea en el interior o cuando vamos a la costa en verano, hay que tener una bolsa de basura a mano.
Para reflejar que esto no siempre se respeta, hemos creado un vídeo que seguro os remueve un poco... No cerramos con esto nuestra iniciativa, pues queremos paisajes equilibrados, sanos y limpios, donde todos podamos convivir. Pronto, muy pronto veremos el primer resultado de los talleres que hemos realizado.
Y, tú... ¿De qué lado estás?
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